Las bombillas fluorescentes son una opción eficiente de iluminación que utilizan la tecnología de descarga de gas para generar luz. Estas bombillas contienen un gas que, al ser excitado por una corriente eléctrica, emite ultravioleta (UV), que a su vez es absorbido por un recubrimiento fosforescente en el interior de la bombilla, produciendo luz visible. Las bombillas fluorescentes son conocidas por su alta eficiencia energética, ya que consumen significativamente menos electricidad que las bombillas incandescentes para una cantidad equivalente de luz. Esto las convierte en una opción popular para la iluminación en oficinas, hogares, comercios e industrias.
Una de las principales ventajas de las bombillas fluorescentes es su vida útil, que puede ser entre 10 y 15 veces superior a la de las bombillas incandescentes. Además, son más eficientes en términos de consumo de energía, lo que se traduce en un ahorro considerable en las facturas de electricidad a largo plazo. Sin embargo, su desventaja principal es que contienen una pequeña cantidad de mercurio, lo que requiere un manejo especial al momento de su desecho o rotura.
Las bombillas fluorescentes están disponibles en una variedad de formas (tubos rectos, bombillas compactas, etc.) y colores de luz (blanco frío, blanco cálido, luz neutra), lo que las hace aptas para una amplia gama de aplicaciones. Aunque han sido en gran parte reemplazadas por las bombillas LED en muchos sectores, las bombillas fluorescentes siguen siendo una opción popular debido a su balance entre costo, eficiencia energética y durabilidad.