Las bombillas incandescentes son una de las tecnologías más tradicionales para la iluminación, utilizadas ampliamente en hogares, oficinas y comercios. Su funcionamiento se basa en el paso de corriente eléctrica a través de un filamento de tungsteno que, al calentarse, emite luz visible. Aunque han sido reemplazadas en gran medida por opciones más eficientes como las bombillas LED y CFL, las bombillas incandescentes siguen siendo populares por su bajo costo inicial, su calidad de luz cálida y su fácil instalación.
Las bombillas incandescentes ofrecen una luz suave y agradable, lo que las convierte en una excelente opción para crear ambientes acogedores y relajantes. Sin embargo, su eficiencia energética es relativamente baja en comparación con tecnologías más modernas, ya que gran parte de la energía consumida se pierde en forma de calor. A pesar de esto, las bombillas incandescentes siguen siendo una opción económica en términos de precio de compra, especialmente para usos donde no se requiere una iluminación constante o de larga duración.
Estas bombillas están disponibles en varias formas, tamaños y potencias, lo que las hace adecuadas para una variedad de aplicaciones de iluminación, desde lámparas de mesa hasta iluminación en el hogar o en exteriores. Es importante tener en cuenta que debido a su baja eficiencia, el consumo de energía y la vida útil de estas bombillas son limitados en comparación con opciones más modernas.